Estrategias para venideros…
Ir y venir. La ciudad en la que nací la abandoné o ella me escupió; en realidad nunca me he parado a analizar quien no quiere a quien.
En estos días pensé que alguna vez deberé volver, digo deberé porque no se si lo haré por propia elección. Intuyo que ella me reclamará, como una madre posesiva; que deja a su hija que vaya, que descubra y a una cierta edad le manda que regrese.
Pero mientras tanto deambularé por el mundo y engulliré toda la “comida” que pueda.
Me visto en rojo y tropiezo con los niños que van a la escuela de mi calle. Mochila, sueño, legañas, bocadillo a medio hacer, paso lento y mirada perdida…
Me despido de mi amigo tinerfeño que estos días es como un niño más de mi calle; completamente inmerso en mi mundo. Lo sonrío.
Esta noche a petición de ambos nos sumergiremos en “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu.
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