=========el vacío=====================


Se asomó a la azotea y sintió la llamada del asfalto, del rumor del tráfico. Inclinó parte de su cuerpo para iniciar el viaje. Unos segundos. Se arrastró hacia delante. El muro le hizo una herida en el costado. Sangre antes de hora. En ese momento las piernas le fallaron como cuando era pequeña y corría desde el colegio hasta su casa; llegaba y tenía que tumbarse en el sofá mientras con las manos en sus muslos notaban como estos aún seguían corriendo y corriendo.
Se abrazo fuerte y acurrucada pensó: ¿A dónde pertenece esta azotea? Recuerda que había quedado con Izan… habían tenido una larga y acalorada conversación. Limpió la sangre del vestido y retomó la posición del abandono...
El aire le dio de lleno,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,



El ascensor del Hotel Palace sigue su rutina: abajo-arriba-abajo-arriba-abajo. Podría haberme pasado toda la mañana mirando su movimiento; una y otra vez. Un sonido de ambulancia me despegó de mi turbia actividad.
Giro en seco y una imagen que me acompañará a lo largo de mi vida; Leonora flotaba sobre sangre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Paseando con mi ansiedad.

Adorar la multi-culturalidad

días color neblina