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Mostrando entradas de septiembre, 2008

breve licencia...

Muero, cada mañana muero un poquito. Cada mañana abandono una parte de mi vida, lo malo es que no se donde va a parar, quien puede saborearla. Lo bueno que me desprendo, que la dejo escapar. Lo malo que no se que parte abandono, no se si es una carga pesada o por el contrario es la ligera. Cada tarde me desgarro, me desgarro por dentro. La fachada se resiente. Y aquí comienza un declive sin parada hacia la noche, hacia el desplome de todo un día que no se si fue bueno o malo. No lo se. Tal vez no haya aprendido a discernir.

ferreterías

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Esta mañana entré a la ferretería de mi barrio. Cuando estaba dentro me detuve a mirar: “Había dos hombres que buscaban una cerraja, otro que estaba haciendo la copia de una llave, un obrero que venía por maseta, un jubilado que necesitaba unos tornillos para un cajón y YO, que quería una escalera de cinco peldaños”. Y sentí que estaba usurpando algo, que no estaba en el sitio correcto; como cuando una entra en un club londinense y todos giran la cabeza mientras levantan las cejas diciendo: “perdone señorita este es un club privado masculino”. Uy perdonen! Aun con esta molestia yo esperé con dignidad, expresando con mi cuerpo: “si es mi lugar; no, no me equivocado… mi marido no existe por eso bajo yo” El dependiente me atendió con amabilidad pero, era la amabilidad que se le da a un ignorante. Protector y con tonos paternales saco varias escaleras… en otro caso no se si hubiera aguantado tanto, ya saben: “¡Son hombre de ferretería!” Salí con mi escalera. Y con la extraña sensación de h

ensoñaciones…

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Lastima. Lastima porque todo era un sueño, un sueño consciente pero un sueño. Yo tengo ensoñaciones de sábado tarde o de domingo mañana… Este fin de semana ocupé buena parte de la tarde del sábado en meterme por la puerta pequeña de Alicia en el país de las maravillas y recrear mi tarde de sábado (no la idílica) sino la de ese día de este septiembre. Flotaba entre la realidad y la invención. Playa, sol, agua… y África –mi hija pequeña- morenita, dicharachera, lista, tierna, la belleza infantil; pelo moreno levemente rizado; yo la cargaba en mi cadera derecha; las dos nos disponíamos entre diálogos entrecortados por las calles del viejo gótico. Llaman al móvil, su padre… charla infantil y madura. – Vamos a por papa- quieres bella? –Vafos…. La quería, la amaba…como a su padre. La tarde oscureció. El sueño se desvaneció. El padre no apareció y África se escondió hasta otra de mis ensoñaciones… Mañana realidad 100% o no…

pegajoso

La vida siempre tiene dos caras. A tiempos te enseña una y cuando menos te lo esperas te muestra la otra. La otra esta llena de sorpresas, de incertidumbres… es esa para la que no has preparado guión, para la que no tienes las piezas ordenadas o ni tan siquiera repartieron la mano. El viernes tuve uno de esos giros. Y aún hoy no puedo definirlo. No se si la noticia era buena (para mi, para él),si era mala, si era, si podría ser… no lo se. Y eso me turba. Su discurso entrecortado, atascado, torpe me hizo no saber donde ponerme, donde situarme… Es muy tarde y noto que no puedo ponerme enfrente de mis dudas. Las dejaré apartas hasta mañana, hasta pasado… Hoy el día salió pegajoso y no puedo con él.

desaparecer……

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Insisto: vivamos . Acabamos de saber que una compañera de trabajo he tenido un accidente de autobús en Kenia y se fué; se ha ido para siempre. Para no volver a realizar crónicas, para no volver a saca cortes, para no volver a llamar por teléfono. Y me digo: vivamos. Fácil reflexión. Pero es la que me sale de mis dedos para transformarla en tinta. Para llamar la atención. ¿Habrá sido feliz? ¿Habrá hecho lo que quería? ¿La han amado? ¿Ha amado? ¿Ha vivido? Las respuestas se las ha llevado el aire de África, los paisajes de la sabana keniata… y nosotros: ¿Cómo las resolvemos?...

entre lo que fue y lo que es...

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Suave, muy suave… así quise que él entrara de nuevo; suavecito. Así también una pretende entrar de nuevo en la vida rutinaria que dejo hace casi dos meses. Charla de amigos, intensidad en los nuevos proyectos, investigación de nuevos horizontes, cerrando viejunos temas, abriendo los medios cerrados, preparando nuevos guisos… Y junto con el aroma de un Çay todavía en mi paladar recorro la Mezquita Azul, Santa Sofía, las miradas de los Turcos, el aire denso del verano, las especias, los bazares, los derviches, el Bósforo,la llamada a la oración, la Capadocia… aun estoy allí. De momento seguiré allí, hasta nueva orden. Güle Güle