Ponerse en venta
Camino por las calles, y siento que estoy en alquiler. Ellos me miran y vislumbro que maquinan alquilarme por horas. Quisieran retenerme durante unas horas. Pero ninguno de ellos tiene la intención de comprarme. Camino y veo como un recién adolescente me mira el escote. Lo dejo. Callejeo, un negro se para y arremete hacia mi: “I like you”. Me marcho. Me paro en un escaparate y por el rabillo del ojo noto que un hombre mayor se posiciona a mi izquierda; con timidez mira mi reflejo y pone la mano en mis labios de cristal. Me abandono. Marcho hacia la plaza. Y situada en medio, me dejo tocar de lejos. Se nublo el día!
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