El cambio de sentido…
Camino a casa y en una calle estrecha observe como una niña diminuta mochila a la espalda se movía nerviosamente; a su alrededor varias personas mayores… me iba acercando y pude oír como le decían: “Tanto rato… no te preocupes bella” vendrá… la diminuta niña saltaba sobre si misma mientras estiraba un tirabuzón de su castaño pelo y se le entrecortaba la respiración mientras oía: “si la verdad es que es mucho tiempo”. Traspasé la escena y mientras me iba alejando, a mis espaldas: “Mira ahí viene tu madre, es esa”. Vi en la cara de la “supuesta” madre un reflejo de terror, y entre dientes: “no puede ser”… me giré no podía perderme el momento… la diminuta niña abrazo a su madre con tanta fuerza que creo que la explotó.
Pensé en la niñez, en lo que necesitas a tus padres, en lo que crees en ellos, en esa idea de que el mundo se termina si ellos no están en casa al entrar… Y me estremecí por ver como crecemos, como nos desligamos y como, en ocasiones, tu vida es mas relajada si tus padres estén en su casa y tú, en la tuya.
Pensé en la niñez, en lo que necesitas a tus padres, en lo que crees en ellos, en esa idea de que el mundo se termina si ellos no están en casa al entrar… Y me estremecí por ver como crecemos, como nos desligamos y como, en ocasiones, tu vida es mas relajada si tus padres estén en su casa y tú, en la tuya.
Comentarios
Fases de la vida, pero como dices, no deja de entrañar un cambio de sentido.